lunes, 26 de marzo de 2012

Soy una pálida extaterrestre

E.T., mi familiar directo
 
─¡Estás muy pálida! Ay, nena, que temo que dé una lipotimia. Venga, siéntate... ─Fifí mostró una preocupación real al ver mi mala cara─ ¿Qué te ha sucedido?, ¿estás mareada?
Negué con la cabeza y callé. ¡Cómo explicarle que mi palidez era producto de mi empatía con los cactus! ¡Cómo decirle que mi semillero de cactus se estaba estropeando y que el color verde se estaba transformando en blanco! ¡Cómo contarle mis penas semilleras! Los cactus, blancos; las petunias sin nacer y el brote que creí que era de un calabacín resulta que es de una caléndula.
Sí, estoy blanca como mis cactus. ¿Acaso seré familiar directo de E.T., el fantástico extraterrestre de Steven Spielberg que palidecía y enfermaba como la flor?, ¿seré una alienígena?... Demasiadas dudas para una maceto-huertana extraterrestre de iniciación. "¡Mi cactus, mi cactus!", musito levantando el dedo hacia el semillero.

¿Por qué están blancos mis cactus?

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